Estimulación de los procesos mentales mediante herramientas tecnológicas
La interacción entre la mente y
la tecnología se da de diferentes maneras al igual que son diferentes los
efectos de la tecnología sobre la mente (Del Moral, 1999). La mayoría de los
trabajos sobre este último punto se ocupaban de los procesos socioculturales
acontecidos en largos períodos de tiempo.
Los marcos de pensamiento
implican elementos tales como las estrategias de pensamiento y de aprendizaje,
el uso de lo metacognitivo, las maneras de ver el mundo y el dominio de determinadas
habilidades de procesamiento (Aldana, 2012)
Sperber (1984) es uno de los
pensadores que planteó la pregunta sobre la difusión de las representaciones
culturales (Sperber citado por HEAD, s.f.). Este autor llega a la conclusión de
que existen una variedad de mecanismos que revelan lo que él llama la
internalización de las representaciones culturales. De acuerdo con esta
posición, pienso que no puede haber un solo mecanismo que dé cuenta de los
efectos de la tecnología sobre la mente. Depende mucho de la naturaleza de la
tecnología de las clases de efectos que potencialmente pueda tener, de las
circunstancias sociales y psicológicas en las cuales esa tecnología se
encuentra, así como del marco cognitivo individual.
En base a lo anterior, nos
plantearemos, por lo menos, cinco clases de efectos: a) La creación de metáforas
que vienen a servir como “prismas cognitivos” (Soto,2010) a través de los
cuales se examinan e interpretan los fenómenos, b) la estimulación de nuevas
diferenciaciones con la consecuente creación de nuevas categorías cognitivas,
c) la potenciación de la actividad intelectual, d) la potenciación de algunas
habilidades específicas y la parcial extensión de otras; y e) la
internalización de modos y herramientas simbólicas tecnológicas que sirven como
herramientas cognitivas. Estas clases de efectos no agotan la gama de posibles
formas por las cuales las tecnologías impactan los marcos, pero representan una
amplia variedad de los mismos.
Dicha variedad difiere en tres
dimensiones altamente correlacionadas. La primera refiere a la fuente de los
efectos: va desde la representación cultural de las «tecnologías de definición»
como fuente hasta los contactos directos con la tecnología. La segunda
dimensión refiere al papel del individuo: va desde los efectos que son
incidentales, parte del proceso individual de culturalización, hasta aquellos
más deliberados en los cuales el compromiso de la mente juega un papel
importante (Agudo, 2012). La tercera dimensión refiere a cuán independiente o
dependiente de contenido es el efecto: va desde aquellos efectos que tienen un
gran componente de contenido específico hasta aquellos que están relacionados
con las habilidades mentales más generales. Reuniendo las tres dimensiones
obtendremos que las representaciones culturales de la tecnología dominante, que
no requieren ninguna experiencia directa con los artefactos, llevan a la
adopción incidental de esas representaciones, como metáforas cargadas de
contenido. Por otro lado, la internalización de los sistemas de símbolos o de
herramientas, requiere encuentros directos y mentalmente comprometidos con los
artefactos, eso llevaría a la potenciación de aquellos modos de representación
interna relativamente libres de contenido.
Las Tecnologías de la Información
y la Comunicación son unas herramientas que pueden contribuir a la consecución
de los fines contemplados en la estimulación y a desarrollo de las capacidades de
los sujetos. Sin embargo se hace preciso analizar críticamente cada uno de los
elementos que inciden en ese proceso de implementación de las tecnologías en
este proceso con el objeto de garantizar que éstas no se conviertan en unas
potentes trampas para la persona.
Referencias
Bibliográficas
Agudo, S. (2012).
Usos de las herramientas digitales entre
las personas mayores. Recuperado de la URL file:///C:/Users/USUARIO/Desktop/Dialnet-UsosDeLasHerramientasDigitalesEntreLasPersonasMayo-4014458_2.pdf
Aldana, G.
(2012). Las Tecnologías de la Información
y Comunicación (TIC) como alternativa para la estimulación de los procesos
cognitivos en la vejez. Recuperado de la URL http://www.redalyc.org/pdf/2831/283121840008.pdf
Del Moral,
E. (1999).Tecnologías de la Información y
la Comunicación (TIC). Creatividad y educación. Recuperado de la URL https://ddd.uab.cat/pub/educar/0211819Xn25/0211819Xn25p33.pdf
HEAD (s.f.).
Herramientas tecnológicas para la
enfermedad de Alzheimer y otras demencia. Recuperado de la URL http://www.imserso.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/237_11idi.pdf
Soto, F. (2010).
TECNOLOGÍAS Y NEUROPSICOLOGÍA: Hacia una
Ciber – Neuropsicología. Recuperado de la URL https://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/82604/1/DPETP_JimenezGomez_Hacia%20una%20ciber-neurpsicolog%C3%ADa.pdf
En base a lo anterior, nos plantearemos, por lo menos, cinco clases de efectos: a) La creación de metáforas que vienen a servir como “prismas cognitivos” (Soto,2010) a través de los cuales se examinan e interpretan los fenómenos, b) la estimulación de nuevas diferenciaciones con la consecuente creación de nuevas categorías cognitivas, c) la potenciación de la actividad intelectual, d) la potenciación de algunas habilidades específicas y la parcial extensión de otras; y e) la internalización de modos y herramientas simbólicas tecnológicas que sirven como herramientas cognitivas. Estas clases de efectos no agotan la gama de posibles formas por las cuales las tecnologías impactan los marcos, pero representan una amplia variedad de los mismos.
Dicha variedad difiere en tres dimensiones altamente correlacionadas. La primera refiere a la fuente de los efectos: va desde la representación cultural de las «tecnologías de definición» como fuente hasta los contactos directos con la tecnología. La segunda dimensión refiere al papel del individuo: va desde los efectos que son incidentales, parte del proceso individual de culturalización, hasta aquellos más deliberados en los cuales el compromiso de la mente juega un papel importante (Agudo, 2012). La tercera dimensión refiere a cuán independiente o dependiente de contenido es el efecto: va desde aquellos efectos que tienen un gran componente de contenido específico hasta aquellos que están relacionados con las habilidades mentales más generales. Reuniendo las tres dimensiones obtendremos que las representaciones culturales de la tecnología dominante, que no requieren ninguna experiencia directa con los artefactos, llevan a la adopción incidental de esas representaciones, como metáforas cargadas de contenido. Por otro lado, la internalización de los sistemas de símbolos o de herramientas, requiere encuentros directos y mentalmente comprometidos con los artefactos, eso llevaría a la potenciación de aquellos modos de representación interna relativamente libres de contenido.
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